Hace tiempo que mi abuela Kikí me dio esta receta. Así es como ella cocina el arroz blanco, y aunque en algunas ocasiones he intentado prepararlo de otra forma, a la sartén, hervido o al horno… Jamás he encontrado otra forma de hacerlo que me guste más.
Hoy le he querido dar un toque personal, sin variar su receta, y la he acompañado de huevos trufados. ¡Ha quedado exquisito!
Receta de arroz blanco al estilo Kikí con huevos trufados
Ingredientes para 6 personas:
- 4 tazas de arroz
- 5 tazas de agua (al último vaso le quitas dos deditos)
- 1 cabeza de ajos entera (limpios y pelados con un poco de piel y corte en el centro vertical)
- 2 pastillas de caldo de carne, tipo Knorr
- Zumo de 1 limón
- 2 hojas de laurel
- Sal
- Aceite (2 dedos)
- 1 bote tomate frito reserva Estilo Kikí
- Huevos trufados (en lugar de trufarlos, he usado los de Koroko)
Cómo hacer la receta paso a paso:
1. En un cazo, poner las 5 medidas de agua, 2 hojas de laurel, 2 pastillas de caldo de carne, el zumo de limón y llevar a ebullición.
2. En la olla exprés a fuego medio, ponemos el aceite y sofreímos el ajo hasta que adquiera color miel, entonces añadimos las tazas de arroz y el caldo, removemos hasta que comience a burbujear y cerramos la olla.
3. El tiempo de cocción es de 7 minutos una vez suba la válvula o pite la olla (en función de tu tipo de olla exprés). Es muy importante respetar el tiempo a rajatabla, para que al arroz quede en su punto.
4. Apagar el fuego y poner la olla en un trapo mojado en la pila y dejar reposar sin abrir 20 minutos.
5. Pasado el tiempo de reposo, ponlo en una fuente, y antes de comer puedes calentarlo en el Horno, tapando la fuente de arroz con papel aluminio para que no se queme.
¡Listo para comer! Si lo acompañas con unos huevos trufados y nuestro tomate frito reserva está increíble. Esperamos que lo disfrutes tanto como nosotros.
Nuestro Tomate Frito Reserva te gustará si...
- Si te fascinan los sabores y texturas artesanales.
- Amas la cocina elaborada y sin prisas.
- Te gustan los tomates de temporada en su punto óptimo de maduración.
- Si te gustan los ingredientes naturales, sin colorantes ni conservantes.
- Si sabes apreciar el sabor de la cocina a fuego muy lento.